Antonio Valenzuela 2024 | Todos los derechos reservados
Para ser sincero es una pregunta que aún trato de responder, quizás me lleve una vida hacerlo, pero bueno… hay algunas cosas que puedo decirte de mi:
Me gusta definirme cómo alguien difícil de definir que afronta la vida con actitud de flâneur. Me gusta leer, pasear en la naturaleza con mis perros, correr, levantar cosas pesadas, el buen café y las conversaciones interesantes. Soy un curioso empedernido, aspirante a polímata, que habita en la intersección entre la ciencia y la filosofía, un enamorado del aprendizaje continuo, mis ansias de conocimiento me han llevado por todo el mundo en búsqueda de personas que vale la pena escuchar.
Estudié la diplomatura en fisioterapia y multitud de formaciones entre las que destacaría un máster en fisioterapia manual osteopática y otro en Psiconeuroinmunología Clínica. En mi haber acumulo más de veinte años de experiencia clínica. Además soy docente en distintas formaciones relacionadas con la salud y el bienestar, además de orador habitual en conferencias públicas y eventos, donde comparto mi experiencia, conocimiento y pasión.
Autor de «Hijos de la adversidad» y «Activa tus mitocondrias». Alienta Editorial
En un mundo donde la salud y el bienestar son prioritarios, cada vez más personas están interesadas en explorar las maravillas ocultas dentro de su propio cuerpo. Una de sus claves se encuentra en un pequeño orgánulo celular, las mitocondrias, unas diminutas «fábricas» encargadas de convertir los nutrientes que consumes en energía para tu organismo.
En este libro descubrirás como una alimentación adecuada, el ejercicio físico, el descanso reparador y la gestión del estrés pueden estimular la salud mitocondrial y aumentar tu energía vital. Aprenderás sobre los nutrientes esenciales que alimentan estas estructuras y cómo incorporarlos de manera práctica en tu dieta diaria. Además, encontrarás valiosas estrategias para aprovechar al máximo tu potencial genético y promover una vejez saludable.
Te sorprenderás al descubrir cómo pequeños cambios en tu estilo de vida pueden tener un impacto significativo en tus mitocondrias. Desde la alimentación hasta el uso de suplementos como el magnesio, pasando por cambios en tu rutina y desafíos para tu cuerpo, como el ayuno, la exposición al frío y al calor o realizar ejercicios de fuerza.
Obesidad, hipertensión, diabetes, ansiedad, depresión, dolores crónicos, problemas de espalda y un largo etcétera son sólo algunos ejemplos de las patologías crónicas que forman parte de la vida cotidiana de demasiadas personas, robándoles años de vida, pero sobre todo de buena vida.
¿Y cuál es la respuesta de la medicina convencional ante esta epidemia de enfermedades? Tratar los síntomas y no la causas, con lo que nos mantiene vivos… y enfermos.
Cuando buscamos culpables ante esta situación es tentador pensar en nuestra genética. Que nuestros genes determinen nuestro destino, nos exime de responsabilidad ante lo que nos ocurre. Sin embargo, hoy sabemos que el conflicto entre nuestro estilo de vida y lo que esperan nuestros genes es lo que nos enferma. Éstos se forjaron en la adversidad, generando respuestas protectoras frente a desafíos ambientales como por ejemplo el frio, el calor o ayunos involuntarios por falta de alimento.
Dichas respuestas son las que convirtieron a nuestros ancestros en personas de salud privilegiada. Sin embargo, en la actualidad pasamos jornadas maratonianas sentados, continuamente estresados, inundados de comida que nos engorda pero no nos alimenta y todo bajo la promesa de una felicidad que nunca llega.
La solución no pasa por una «pastilla milagrosa», sino por incorporar en nuestro día a día los estímulos para los que nuestros genes están preparados para responder, ya que éste ha sido el modo de vida que hemos seguido durante cientos de miles de años.
Es lo que se llama hormesis y se basa en la vieja sabiduría popular de «lo que no te mata, te hace más fuerte». Si a todo esto le sumamos el reconectar con la naturaleza, una dieta basada en comida real o las técnicas de respiración milenarias…llevarás tu salud y bienestar a un nivel superior.
Tu cuerpo es la máquina más perfecta que se ha inventado. Y, como cualquier otra, tiene su «modo activo» y su «modo reposo», ambos necesarios para cuidar cada detalle que define tu salud. Pero, en la vorágine de la vida moderna, ¿estás realmente permitiendo que tu organismo descanse como necesita? Recuerda que ir siempre acelerado no significa avanzar más rápido.
Antonio Valenzuela regresa con un nuevo libro donde explora el papel crucial del nervio vago en nuestro bienestar y en funciones tan vitales como la digestión, el ritmo cardíaco y la respuesta al estrés. Con explicaciones claras y detalladas y un enfoque holístico, aprenderás a identificar los síntomas de un tono vagal deficiente y a aplicar sencillos ejercicios para su correcta estimulación.
Desde la risa y el canto pasando por el tapping, los automasajes, la respiración o la ingestión de alimentos fermentados, esta obra ofrece lo necesario para regular el estrés, mejorar la digestión y combatir la inflamación y la aparición de enfermedades crónicas y autoinmunes.