Dieta mediterránea: La dieta más sana para nuestro corazón

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El impacto de la Enfermedad Cardiovascular

La enfermedad cardiovascular (ECV) es un término general para una serie de patologías relacionadas, comúnmente definidas como enfermedad coronaria (EC), enfermedad cerebrovascular, enfermedad arterial periférica, enfermedades cardíacas reumáticas y congénitas y tromboembolismo venoso. A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares representan el 31% de la mortalidad, la mayoría en forma de cardiopatía coronaria y accidente cerebrovascular.

Según el estudio INTERHEART los principales  factores de riesgo de ECV son dislipidemia, tabaquismo, hipertensión, diabetes, obesidad abdominal, mientras que demostró los efectos protectores del consumo de frutas y verduras y la actividad física regular. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más del 75% de las enfermedades cardiovasculares prematuras se pueden prevenir actuando sobre los factores de riesgo, incidiendo en una alimentación y estilo de vida saludables.

Beneficios de la dieta mediterránea

Si hay una estilo de alimentación con efectos beneficiosos para la salud, respaldado por una sólida evidencia científica, esa es la dieta mediterránea tradicional. Caracterizada por una alta ingesta de aceite de oliva, frutas, frutos secos, verduras, legumbres y cereales integrales no procesados; una ingesta moderada de pescado y aves de corral; una baja ingesta de productos lácteos, carnes rojas, carnes procesadas y dulces; y vino con moderación, consumido con las comidas.

Varios estudios muestran una asociación entre esta dieta y una menor prevalencia e incidencia de enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, cáncer, síndrome metabólico, diabetes y enfermedades neurodegenerativas, así como una reducción de la mortalidad general. 

Además, los estudios clínicos de intervención, particularmente la iniciativa PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), han demostrado, con evidencia científica de alta calidad, que una dieta mediterránea, complementada con aceite de oliva o nueces, puede reducir en un 30% la incidencia de enfermedades cardiovasculares. revertir el síndrome metabólico, y prevenir el desarrollo de diabetes y el deterioro cognitivo relacionado con el envejecimiento.

Menos inflamación con la dieta mediterránea

Investigadores americanos del estudio Women’s Health (publicado en JAMA Network Open)  descubrieron, tras un seguimiento de 25.994 mujeres durante 12 años que la dieta mediterránea es buena para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 25% y que en buena medida esta espectacular reducción, se debe al potencial anti-inflamatorio de dicha dieta.

¿En que consiste la dieta mediterránea?

En sucesivas entrevista, el Dr. Miguel Ángel Martínez-González; catedrático de la Universidad de Navarra y uno de los mayores expertos mundiales en dieta mediterránea; nos ha dejado tips muy interesantes sobre en que consiste la dieta mediterránea. Aquí comparto los más relevantes:

  • “La dieta mediterránea, sobre todo el consumo de aceite de oliva virgen extra, frutos secos, frutas, verduras y legumbres, es la mejor opción. Después, mejor comer pescado que carne y, esta, preferentemente de ave o conejo”

  • ¿Qué es lo que está más al alcance en las estanterías de los supermercados? Alimentos ultraprocesados, con gran densidad energética porque les han metido mucha grasa, azúcar y sal, a veces en contra de la naturaleza del producto

  • “Arroz, patatas, pasta y pan son puro almidón que se transforma rápidamente en glucosa. En una población con obesidad abdominal, sobrepeso y/o resistencia a la insulina son terribles”

  • El pan blanco es uno de los problemas más graves que tenemos en España. La gran mayoría lo consume y, además, se hincha. Conviene saber que es fundamentalmente un almidón, y nuestro cuerpo es supereficiente transformando el almidón en azúcar. Es como tomar glucosa. Basta con poner un poco de miga en la boca, enseguida sabe dulce. 

  • “Relativos a los productos de bollería y de harina refinada: que quede claro, no hay galleta sana”

  • Lácteos:  no es imprescindible incluirlos en la dieta ni hay motivos científicos para aconsejar tres raciones al día. Un adulto puede tener una dieta perfectamente sana sin tomar leche.  Dentro de los lácteos, son mejores los lácteos fermentados como el yogur

  • La carne roja y la procesada tienen que quedar fuera, además de las bebidas azucaradas.

ComidasDietaMediterranea

Especias y hierbas aromáticas

Las hierbas y especias se usan comúnmente en la cocina de estilo mediterráneo para aumentar el sabor de los alimentos y reducir la necesidad de sal y aceite. Sin embargo, las hierbas y especias asociadas con estas dietas también pueden desempeñar un papel importante en la calidad de la dieta mediterránea, ya que la evidencia científica nos muestra como las plantas y especias usadas en la cocina mediterránea tienen propiedades antidiabéticas, antiinflamatorias, antihiperlipidémicas  y antihipertensivas.

Siendo las más destacadas entre otras el Anís, albahaca, laurel, cardamomo, canela, cebollino, clavo, comino, cilantro, eneldo, hinojo, fenogreco, ajomejorana, menta, nuez moscada, orégano, pimienta, romero, azafrán, salvia, ajedrea, estragón y tomillo.

Pirámide de la dieta mediterránea

Pirámide Dieta Mediterránea

NOTAS DEL ARTÍCULO

Stewart J, Manmathan G, Wilkinson P. Primary prevention of cardiovascular disease: A review of contemporary guidance and literature. JRSM Cardiovasc Dis. 2017;6:2048004016687211.

Ramón Estruch et al. Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet Supplemented with Extra-Virgin Olive Oil of Nuts. N Engl J Med 2018; 378:e34

Medina-Remón et al. Polyphenol intake from a Mediterranean diet decreases inflammatory biomarkers related to atherosclerosis: a substudy of the PREDIMED trial. Br J Clin Pharmacol (2017) 83 114–128

Trichopoulou et al. Definitions and potential health benefits of the Mediterranean diet: views from experts around the world. BMC Medicine  2014, 12:112