Transfórmate en antifrágil con el fenómeno de la hormesis

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El fenómeno de la hormesis

“Hay cosas que se benefician de las crisis; prosperan y crecen al verse expuestas a la volatilidad, al azar, al desorden y a los estresores, y les encanta la aventura, el riesgo y la incertidumbre. Pero, a pesar de la omnipresencia de este fenómeno, no existe una palabra que designe exactamente lo contrario de frágil. Aquí lo llamaremos antifrágil”.

Nassim Taleb
El término antifrágil fue acuñado por el filósofo y economista (ya se que la mezcla es curiosa 😉 ) Nassim Taleb. Este término es, incluso, el título de uno de sus libros más famosos: “Antifrágil: las cosas que se benefician del desorden”. En el libro, Taleb nos explica interesantes conceptos financieros sobre cómo en el intento permanente de eliminar los riesgos de los mercados, se genera una gran fragilidad en el sistema, que a la larga ocasiona problemas mucho mayores (como las grandes crisis). Pero lo más interesante del libro es la posibilidad de extrapolar muchos de estos conceptos a la biología, explicando cómo mejorar la salud a través de someterlo a estresores fisiológicos, y la importancia de darle a nuestro cuerpo aquello que espera (estímulos y nutrientes adecuados).


Definición de antifrágil

Lo contrario de frágil no es fuerte, sino antifrágil. Algo fuerte simplemente resiste lo negativo. Sin embargo, algo antifrágil se beneficia e incluso mejora ante estímulos negativos.

Un ejemplo muy obvio es nuestro sistema inmunitario. Las defensas de nuestro cuerpo se desarrollan y mejoran cuando las exponemos estímulos negativos externos como bacterias, virus, hongos, frío, etc. No solo nuestro sistema inmune es antifrágil, en realidad todo nuestro cuerpo es el vivo ejemplo de antifragilidad. Nuestros músculos, pulmones, corazón e incluso nuestro cerebro se hacen más fuertes cuando son sometidos a estímulos estresantes para los que están bien adaptados genéticamente. En biología este fenómeno de antifragilidad es conocido como hormesis.

La hormesis se basa en la vieja sabiduría popular de “lo que no te mata, te hace más fuerte”. Afortunadamente ahora se considera científicamente probada. Nuestros genes se forjaron en la adversidad generando respuestas adaptativas protectoras a desafíos ambientales como el frio, calor, ayunos involuntarios por falta de alimento, etc.
La vida moderna hipoteca nuestra salud futura en pos de la comodidad presente. Vivimos en un mundo anestesiado de estímulos en donde las respuestas biológicas de antifragilidad grabadas en nuestros genes, se difuminan en las horas que pasamos sentados en cómodos sillones, con la calefacción a toda mecha, devorando ultraprocesados y sin más reto intelectual que el de elegir una serie de Netflix (de hecho la mayoría de las veces Netflix elige por nosotros).


El término hormesis (acuñado por Mattson) hace referencia al “proceso por el cual al exponer a nuestro cuerpo a estos estresores evolutivos en una dosis terapéuticas activa en nuestro organismo vías protectoras contra multitud de patologías”.


Estímulos horméticos: Tóxicos a altas dosis, pero protectores en dosis bajas

Factores como:

  • Ejercicio físico.
  • Ayuno intermitente.
  • Exposición al frio (p.ej. duchas de agua fría).
  • La exposición al calor (p.ej. sauna).
  • Los retos cognitivos.
  • Fitoquímicos y determinados nutrientes.

Mientras que nuestros antepasados morían por frío, calor, hambre e infecciones repetitivas, la exposición al frío leve, el calor leve, los cortos periodos de ayuno y el consumo regular de pequeñas cantidades de nutrientes «tóxicos», proporcionan activadores horméticos

El concepto terapéutico de la hormesis es una de las líneas de investigación más novedosas en los últimos años y más esperanzadoras para revertir procesos crónicos. Se ha desarrollado a lo largo de un período de más de 10 años de intensas investigaciones científicas en personas sanas, sedentarias, atletas de alto nivel y personas con diferentes síndromes y patologías.

Consiste en incorporar en nuestro día a día pequeños desafios para los que nuestros genes están muy preparados a responder, ya que ha sido el modo de vida que hemos seguido durante cientos de miles de años. Dichos desafíos ancestrales funcionan como verdadera medicina contra los efectos nocivos de la vida moderna. Como hemos visto, la idea se basa en exponer al cuerpo a factores de estrés intensos (frío, calor, un poco de hambre, un poco de sed…) durante tiempos cortos, para activar reacciones en nuestro organismo que nos protegen contra la enfermedad.

Cuando exponemos a nuestro cuerpo a estos desafíos conocidos, nuestro organismo se configura correctamente mejorando nuestra manera de quemar grasas, el funcionamiento de todos nuestros órganos (hígado, páncreas, cerebro, pulmones, intestino, etc.), reduce inflamación, estrés, aumenta nuestro nivel de bienestar y un sinfín de mejoras.
El mensaje de fondo es claro: Instalarnos en la comodidad y desconectarnos de nuestra naturaleza nos vuelve frágiles de mente y de cuerpo. Así que debemos introducir incomodidad voluntaria en nuestras vidas para evitar ser como Damocles, sentados cómodamente en nuestro trono, hasta que un día nos cae la espada, en forma de una enfermedad que hubiera sido fácilmente prevenible.

NOTAS DEL ARTÍCULO

Términos y personas mencionadas:

Hormesis

Nicolás Nassim Taleb

Mark Mattson

Libros recomendados:

Nassim Taleb: «Antifrágil: las cosas que se benefician del desorden«

Enlaces a artículos:

Pruimboom L, Muskiet FAJ. Intermittent living; the use of ancient challenges as a vaccine against the deleterious effects of modern life – A hypothesis. Med Hypotheses. 2018 Nov;120:28-42. DOI: 10.1016 / j.mehy.2018.08.002

Calabrese, E.J., Mattson, M.P. How does hormesis impact biology, toxicology, and medicine?. npj Aging Mech Dis 3, 13 (2017). Doi:  10.1038 / s41514-017-0013-z

Kim SA, Lee YM, Choi JY, Jacobs DR Jr, Lee DH. Evolutionarily adapted hormesis-inducing stressors can be a practical solution to mitigate harmful effects of chronic exposure to low dose chemical mixtures. Environ Pollut. 2018 Feb;233:725-734.
DOI: 10.1016 / j.envpol.2017.10.124
Son TG, Camandola S, Mattson MP. Hormetic dietary phytochemicals. Neuromolecular Med. 2008;10(4):236-46. DOI: 10.1007 / s12017-008-8037-y
Yashin AI. Hormesis against aging and diseases: using properties of biological adaptation for health and survival improvement. Dose Response. 2009;8(1):41-47. Published 2009 Oct 8. doi:10.2203/dose-response.09-024.