Según este interesante estudio:
Role of Fat-Soluble Vitamins A and D in the Pathogenesis of Influenza: A New Perspective
Una exposición reducida a la radiación solar, que conduce a una deficiencia de vitamina D y, por lo tanto, una inmunidad innata deteriorada, como desencadenante de la replicación viral de la gripe y como explicación de la gripe estacional. Hipótesis que explica muchos hechos sobre la epidemiología de la influenza. Por otra parte varios estudios sugieren un papel para la vitamina A (retinoides) en la enfermedad.
La evidencia presentada en este documento sugiere que las vitaminas A y D están involucradas de manera importante en los mecanismos de defensa del huésped que regulan la gravedad de la influenza y otras enfermedades virales.
Este estudio sugiere que la resistencia y la susceptibilidad del huésped dependen de manera importante de la relación de la actividad de la vitamina D con respecto a la vitamina A.
Según el estudio la la proporción de vitamina D debe ser mayor que la de vitamina A para una profilaxis/tratamiento efectivo de la gripe y SARS en esta hipótesis.
También hay evidencia de que la enfermedad hepática preexistente o inducida por la gripe, la diabetes y la obesidad empeoran la gravedad de la infección.
La vitamina A es esencial, pero si dosificamos a los pacientes con A y son deficientes en D, podríamos estar perjudicando.
Así que la vitamina A es una opción válida contra la gripe y las infecciones respiratorias siempre que se use junto a la vitamina D.